Cómo utilizar correctamente los guantes desechables
Si trabaja en el sector de los servicios alimentarios, tal vez como operario o propietario de un establecimiento, o si es un cliente habitual de su charcutería local, se habrá familiarizado con la visión de los guantes de un solo uso.
Estos guantes desechables proporcionan al personal y a los clientes mucha tranquilidad, porque es una señal de que los alimentos se manipulan con cuidado y pensando en la seguridad biológica.
Sin embargo, hay que decir que se siguen aplicando todas las normas habituales de seguridad e higiene alimentaria. El personal y los camareros tienen que lavarse las manos antes de ponerse los guantes; estos guantes son una capa adicional (literalmente) de seguridad, no un sustituto del viejo agua y jabón.
Los guantes son principalmente para la protección de los clientes
Es especialmente importante que los alimentos listos para el consumo no se toquen con las manos desnudas, ya que probablemente no se calienten antes de ser consumidos, por lo que hay menos posibilidades de eliminar cualquier bacteria que se haya transferido a ellos.
Al tomar las medidas adecuadas, el personal minimiza el riesgo de contaminar los alimentos o transferir bacterias o virus a los alimentos que van a servir a los clientes. Aunque el propio personal aprecia esta precaución adicional de seguridad, ya que también contribuye a su protección, debe recordar que su objetivo principal es proteger a los clientes.
Los guantes de un solo uso no son eternos
Como su nombre indica, los guantes de un solo uso están hechos para una sola sesión de uso, tras la cual deben desecharse. Cuanto más tiempo se use cada par de guantes, menos eficaz será como barrera. Si un operario realiza el mismo tipo de tarea -cortando verduras, por ejemplo-, debe cambiar de guantes al menos cada dos horas. Esto se debe a que pueden producirse pequeños pinchazos en el guante, o el trabajador puede tocar otra superficie sin darse cuenta.
Los guantes también deben cambiarse si el trabajador pasa a realizar otro tipo de tarea, se va a tomar un descanso o tiene que ir al baño. Por supuesto, deben cambiarse si se producen roturas o desgarros visibles.
¡Ahora lávate las manos!
Como ya se ha dicho, no hay nada que sustituya al lavado de manos. Lavarse las manos mata y elimina físicamente las bacterias y los virus de la superficie de las manos. Por ello, los trabajadores deben lavarse las manos inmediatamente antes de ponerse un par de guantes nuevos e inmediatamente después de quitárselos, especialmente si van a cambiar de tarea.
Es importante que los trabajadores recuerden cómo utilizar correctamente los guantes desechables para que todos se beneficien de su protección. En su mayor parte, el uso adecuado significa saber cuándo hay que cambiarlos.
Cuándo cambiar a un nuevo par de guantes
Así pues, recapitulando, los guantes de un solo uso deben desecharse en cuanto estén visiblemente sucios o rotos. Si el trabajador está realizando la misma tarea, entonces, tanto si los guantes están visiblemente dañados como si no, debe cambiar a un par nuevo al menos cada dos horas.
También es importante ponerse guantes nuevos cuando se pasa a otro grupo de alimentos o a otra tarea.
Los guantes frescos son especialmente vitales después de manipular carne, aves o pescado crudos; también son esenciales si el trabajador pasa de preparar alimentos a manipular alimentos listos para el consumo.
¡Feliz higiene!